Práctica de Bondad Amorosa.
Primera parte. Amor hacia tí mismo.
Conocí esta práctica a través del Libro Tibetano de la Vida y la Muerte, de Sogyal Rinpoché, hace varios años. Sin embargo no me había dado cuenta hasta ahora, de la importancia que tiene. Veo que la raíz del sufrimiento y los problemas de las personas muchas veces está en que tenemos el corazón malito, que tiene algún dolor que no nos permite querernos a nosotros mismos.
Por eso hoy propongo esta práctica. Para los niños y también y especialmente, para los mayores con un niño interior dolido.
La práctica tiene varias partes, esta es la primera: Amor hacia ti mismo.
1. Siéntate en la postura de meditación y asienta la mente. Quizás quieras poner la atención en la respiración para evitar distraerte con los pensamientos.
2. Establece la motivación. Hacer esta práctica te va a traer unos beneficios a ti, pero tu pides que no sean solo para tí sino para muuuuchas personas, animales, para el universo entero… quizás para alguien que conoces que lo está pasando mal.
3. Invoca a quien para tí represente el amor más puro e incondicional. También puedes considerar que estás rodeado de toda la gente cariñosa que conoces.
Relájate en ese ambiente amoroso.
4. Con tus propias palabras pide ser transformado y bendecido por ese amor y que tú también te conviertas en una personificación de amor.
Como respuesta a estas palabras, el amor fluye hacia ti. Puedes visualizarlo como luz.
5. Abriéndote a ese amor repite una y otra vez estas palabras mágicas, sintiéndolas:
“Que yo sea feliz”
“Que yo esté bien”
“Que yo esté protegida”
6. Pasado un tiempo considera que has recibido este amor y descansa en él unos minutos.
Tu corazón está lleno de amor, te sientes cálido y espacioso.
7. Dedica esta práctica para que todo el mundo, al igual que tú, pueda ser feliz y no tenga que sufrir.
“Cuando nos parece que no hay suficiente amor en nosotros, existe un método para descubrirlo e invocarlo” Sogyal Rinpoché.
2 respuestas
Mil gracias por este regalo… Esta práctica para mi es muy importante… cuando la conocí, durante el confinamiento, me ayudó mucho a aliviar ese sufrimiento que sentía por todo lo que estaba pasando al pensar que de alguna manera, por mínima que fuera, podíamos contribuir a que los demás estuvieran mejor…GRACIAS
Me siento totalmente identificada con lo que dices. Abrazo enorme